Tengo que irme Victoria. No me voy a dejar morir aquí y tampoco puedo esperar a que cumplas tu promesa. Lo entiendo. Es la guerra. Ojalá algún día todos nos podamos perdonar...
Tengo que irme Victoria. No me voy a dejar morir aquí y tampoco puedo esperar a que cumplas tu promesa. Lo entiendo. Es la guerra. Ojalá algún día todos nos podamos perdonar...
Para muchos municipios en Colombia en la década de los ochenta, Telecom representaba su único medio de comunicación con el resto del país. Acudir a las cabinas telefónicas y al telegrama hizo parte de las jornadas de los habitantes de estos municipios.
Para muchos municipios en Colombia en la década de los ochenta, Telecom representaba su único medio de comunicación con el resto del país. Acudir a las cabinas telefónicas y al telegrama hizo parte de las jornadas de los habitantes de estos municipios.
Cuando Victoria regresa a Pueblo Escondido los paramilitares han saqueado todo. En el suelo encuentra un relicario que le había dado su abuelo que esta roto. Cuando lo encuentra, se conmueve pero al mismo tiempo este objeto le de fuerzas para seguir adelante y resistir con su comunidad.
¡No puedo creerlo! aquí no dice nada sobre lo que pasó, ni sobre las personas que murieron. Pareciera más importante una fiesta que la vida de tantas personas.
“La jungla es mi casa”, declararon algunos de los guerrilleros cuando se encontraban en las selvas colombianas.
¡Vecino! cultivo de palma cerró camino de su casa. Con otros vecinos estamos cultivando cacao en terreno comunitario, véngase y así no tenemos que ir del pueblo.
Jacinto.
En todos estos pueblos los grupos armados asesinaron cientos de personas inocentes. Por el miedo y las amenazas muchas familias tuvieron que irse de sus casas y dejar abandonado todo por lo que habian trabajado.
Para muchos municipios en Colombia en la década de los ochenta, Telecom representaba su único medio de comunicación con el resto del país. Acudir a las cabinas telefónicas y al telegrama hizo parte de las jornadas de los habitantes de estos municipios.
En todos estos pueblos los grupos armados asesinaron cientos de personas inocentes, muchas familias tuvieron que irse de sus casas y muchos otros no volvieron aparecer.
A las 9:30 de la noche del 12 de agosto de 1995, 15 integrantes del Bloque Bananero de las AUC entraron a la Discoteca El Aracatazo, ubicada en Chigorodó, municipio de la subregión del Urabá antioqueño, donde ordenaron apagar la música. En el lugar murieron 18 personas.
En todos estos pueblos los grupos armados asesinaron cientos de personas inocentes, muchas familias tuvieron que irse de sus casas y muchos otros nunca volvieron.
Las escuelas de muchos pueblos quedaron atrapadas en el fuego cruzado de los grupos armados. Incluso fueron usadas como escudo o refugio de guerra.
"Reparación simbólica para que la vida y la paz florezcan. Monumento a la memoria que reconoce, dignifica y rinde homenaje a las víctimas de Pueblo Escondido"
En Colombia, algunas mujeres víctimas escriben sus historias con hilos y agujas como una forma de resistir al olvido y sanar las heridas que les dejó el conflicto.
Colombia es el segundo país con mayor número de víctimas por minas antipersonal. Durante los últimos 10 años se registraron eventos con minas en 31 de los 32 departamentos y en 567 municipios, es decir en el 50% del total del país.
Este periódico fue publicado el 20 de septiembre de 1995 luego de que integrantes del Frente Quinto de las Farc asesinaran a 24 personas en la vereda Bajo del oso, a un kilómetro del municipio de Apartadó, Antioquia ubicado en el Urabá antioqueño.
Para muchos municipios en Colombia en la década de los ochenta, Telecom representaba su único medio de comunicación con el resto del país. Acudir a las cabinas telefónicas y al telegrama hizo parte de las jornadas de los habitantes de estos municipios.